lunes, 19 de enero de 2015

'Sabes que yo te siento en las flores y el viento'

Sabía que tenía que hacer, sabía que tenía que decir la verdad pero el simple hecho de saber lo que perdería, el dolor que sus declaraciones causarían, el miedo que todo le daba le hacía paralizarse. No estaba segura, no estaba segura de lo que estaba pronta a hacer...pero debía, sabía que debía hacerlo porque en la vida había que ir con la verdad de frente le decía su abuela, porque la verdad nos hace libre repetía su abuelo, porque se pilla más rápido a un mentiroso que a un ladrón y por sobre todo le dolía cuando le recordaban que la amistad era una bendición en el mundo y que había que ser leal hasta la muerte a aquel que se le llamaba "Amigo" 
No sabía por donde empezaría pero debía hacerlo, le diría lo que había pasado aquella noche, le diría que ese día se sentía más linda que nunca, le diría que le encantaba como le quedaba su jeans oscuro y chaleco de hilo, le diría que escuchaba aun la música de fondo que sonaba en aquel momento, no le diría que recordaba aquellos minutos cada noche antes de dormirse, ni que se le erizaba la piel cada vez que lo recordaba. Eso no era capaz de decirlo en voz alta, solo en su cabeza. 
Le diría que lo sentía, que no quería hacerle daño pero que nada había sido más real que aquel momento, que aquellas miradas entre los dos, que sus manos juntas, que sus dedos entrelazándose, que sus cuerpos acercándose y sus labios uniéndose en un beso que los paralizó a los dos, y detuvo el mundo por esos minutos, que nada tuvo más importancia para ambos, que sus pensamientos fueron uno, que sus sueños se plasmaron en aquel beso lleno de deseo y añoranzas. 
Se besaron un par de horas, sin detenerse, sin decir nada, y sin pensar en nada.  No hicieron nada más, siquiera se abrazaron y besaron sin parar. No fue más que ello pero la culpa no aminoró. 

Se planto en frente de ella, con las manos sudando y el corazón agitado. Tenia que hablar. No le beso la mejilla, se planto distante. 
-Nos dimos un beso...el viernes...un par de besos.- 
-¿Qué....?
-No puedo decir nada más, es eso...paso, y la culpa me esta matando. Pero no es arrepentimiento, es solo eso, culpa...
No dijo nada, no le grito ni le golpe, la ignoro y caminó por su lado. 
Se paso la vida ignorándola, se paso la vida odiándola y recordando su declaración, pero sin decir nada, sin hacer nada. 
Ella en cambio, después de lo que dijo, no volvió a pensar en ellos, tampoco lo volvió a ver  a él, con los meses dejo de estremecerse con el recuerdo, con lo días dejo de recordar la canción de fondo y con los años dejo de recordar siquiera su rostro. Más que mal la vida es así, todos cumplen su ciclo y abandonan nuestro universo de pequeños personajes que forman nuestra novela de vida. Solo sabe, que en ese momento, en ese beso le demostró aquel breve e intenso amor, ¿Quién le puede decir a ella que era imposible amarlo? 

No hay comentarios:

Publicar un comentario