miércoles, 9 de diciembre de 2009

No vas a encontrar nunca con quien mirar las estrellas.-



Te escribo recordando con impotencia mis palabras y las relaciono sin parar con cada un de las escritas en la increíble novela de Carlos Cauhtemoc, me doy cuenta que al igual que el, he sido guiada por una fuerza, claro no es la de Sheccid pero es una similar. La que te lleva a creer que una persona es la que no es, que amas a un ser que no es idóneo, sino que creado e infinitamente amado.

Eso me ha sucedido, he creado un personaje al cual ame, idolatre sin darme cuenta de que nada era verdad.

Eres un personaje, tal como Sheccid, no eres más que sumatoria de quien desea a quien amar, quien desea ser amado y quien desea idolatrar a alguien que este más cercano a lo perfecto que a lo cotidiano.

Ahora, es un mas fácil decir que no eres mas que la inspiración para mas de un personaje de novelas, eres un personaje digno para las mayores creaciones, alejándote así de tu realidad y de la cual, sin duda algún día ame y ahora solo puedo recordar para echar mano a la creación de una historia similar a la que alguna vez vivimos o a las que, mas de una vez he de presenciar.

Sin rencor alguno, saco la parte positiva de esto y seguiré al pie de la letra tu filosofía.

Se que ahora, tendrás mas cuidado con cada paso que das, cuentas con la madures de aquel que siente la frustración del intento fallido de una relación para toda la vida. Suerte en este nuevo camino y espero, que contemos con la suerte, de que algún día llegue entre tus manos el texto, que contenga entre sus paginas y escrito entre sus planas un personaje con tus virtudes y con nuestras vivencias, será ese día cuando mi fin por el cual escribo se vera confirmado.



Con cariño yo.-