domingo, 18 de agosto de 2013

¿Lo bueno se repite?

El Miércoles pase por Barrio Bellavista y pensé en que estaría por ahí el viernes, también pensé en las muchas horas que pase por esos lados, en las horas que pase hablando de ese barrio, en las horas que pasaré y en las muchas más que me quedan por hablar de esas calles.
Recordé lo familiar que me parece todo, dicen que el cuerpo tiene memoria quizás por eso me muevo con facilidad por ahí, también la tiene con las personas.
Ahí es donde voy, más allá de mi familiaridad con Bellavista, lo siento estudiaba a menos de una cuadra, la tentación era mucha y las ventanas entre clases y clases, permitían pasar de vez en cuando a compartir un rato hablado de las clases, y hablar en clases de bellavista. Siempre pensé que cuando dejabas de ver a ciertas personas, por los motivos que fueran, olvidabas todo aquello que los unió en algún momento, o aquello en lo que trabajaron las horas que se dedicaron de manera mutua. Por ello no me deja de extrañar que con ciertos personajes, que han inspirado a más de un personaje, aun sienta aquella complicidad aun esforzándome en que sea todo lo contrario. Aun pudiendo entender el significado de una tipo de mirada, de un movimiento de cejas, de una sonrisa y sorprendiéndome el doble dándome cuenta que pueden entender el significado de mis gestos sin tener que decir nada. Entender una mirada mía no es tan difícil, pero ser capaz de darme tranquilidad con una sonrisa es trabajo arduo. Puede que aun una parte de mi se deje querer por ese sentimiento añejo, reposar en aquella complicidad conocida, pero cuando la otra parte quiere sacar beneficios de lo mencionado, lucho y actuó con recelo esperando estar en la posición segura de antes.
Aun así me pregunto....¿Si aquella sensación de complicidad se mantiene, y resulta ser buena, significa que lo que llevo a ello, también se debe repetir por el solo hecho de que termino siendo bueno?