martes, 20 de mayo de 2014

Yo no te amo, ni te amaré.-

Hoy me he dado cuenta de que hay muchas cosas que no sabes, y probablemente nunca llegues a saber, tal vez porqué no existe porque. Pero hasta el momento no he bajado mis brazos respecto a lo bueno que hay en ti. Si, yo aun tengo fe en ti, aunque titubee al decirlo, hasta al pensarlo.
Me he propuesto seguir con mi lista y seguiré con el siguiente punto, de nuevo entras tu en esta escena que yo he creado.
Debes saber que por miles de factores, si soy de esas que todo lo atribuyen a los signos, la luna, tu año y hora de nacimiento, así que aquí voy.
Siempre pienso en alguien, me gusta estar extrañando a alguien, enamorada o no, díganlo como quieran, así es.
Me gusta que me hagan cariño aunque parezca fría a veces, pocas veces pero lo parezco. Me gusta hacer cariño también. Me gusta el contacto físico...
Me gusta hablar con las personas, más si eres alguien que admiro o me gusta. Por ser alguien dentro de mi historia ten por seguro que me encantará hablar contigo.
Me gustan las preguntas, sobre todo esas que me hacen estar en aprietos.
Me gustan las fotos, los paseos, los viajes, me gusta sentarme en el lado de la ventana cuando viajo en bus. Si me gusta viajar en bus.
Me gusta que me hagan detalles, cosas pequeñas, muestras de afecto, así me demuestra que pensaste en mi aunque sea un minuto. Ojala lo hagas algún día.
Me gustas tú....
Me gusta tu voz tierna, solo a veces.
Me gustan tus ojos cuando me miran fijo, sin decir nada. Lo siento pero muchas veces cuando hablas se acaba la magia.
Me gustan tus caricias.
Me gustan tus consejos serios.
Me gusta cuando me llamas "idiota" Pero con una sonrisa formada entre tus labios rozando los míos. No creo tolerar alguna vez escucharte decir eso con rencor.
Me gusta tus besos en el cuello.
Me gusta mirarte sin decir nada.
Me gusta saber que nada de nosotros es para siempre, me gusta saber que debo intentar conquistarte con mucho esfuerzo, sino terminaras por olvidarme. Y a la vez odio todo lo que acabo de escribir,
Me gusta que seas diferente.
Me gusta que me hables con rudeza cuando no quiero entender las cosas.
Me gustan tus abrazos y lo segura que me siento.
Me gusta sentirme así, tengo mayor inspiración.
Me gusta que no me tiriten las piernas cuando estoy contigo, pero me asusta ¿ Será que no te amo?

domingo, 18 de mayo de 2014

Las paredes.-

Siempre me había preguntado la horrible sensación que debe sentir al momento de perder a alguien importante en tu vida y no me refiero a esas peleas de novios, que vuelven a las semanas, ni esas discusiones con tus padres que se arreglan a las horas, ni el distanciamiento natural con los amigos al crecer que luego de años, es una anécdota. Pero ellos, todos ellos están ahí, los puedes llamar cuando te sientas solos, puedes ir a sus casas un sábado por la tarde y decirle que lo sientes, que los quieres de nuevo en tu vida. Pero aquellos que mueren, que su cuerpo queda vació en esta tierra, que es tomado y enterrado bajo tierra dejando a su alma deambulando por ahí sin sentido en algunos casos. Nunca me llegué a imaginar eso. No podía, no llegaba a dimensionar todo ello. No hasta esa noche.
 Habíamos discutido por algo sin sentido, yo me molesté porque no llego a la hora acordada y él parecía molesto que le repitiera una y otra vez el tema. Dejamos de vernos dos meses antes de aquella tarde.
No habíamos visto al menos tres veces, encuentros rápidos y sin mucho sentido, nunca volviendo a hablar de estar juntos o retomar la relación. Nada de eso, y de a poco me atormentaba pensar que ambos nos estábamos olvidando, pudiendo vivir el uno sin el otro. Menos hasta esa tarde.
Me llamo su amigo y compañera de universidad, tal vez encontró mi número celular en el suyo, lo cual era factible, él fue el primero en llegar al lugar del accidente, a dos cuadras de su casa a las tres de la mañana. Una hora más tarde me llamo, en el tercer intento le contesté.
No quise creer los primeros cinco minutos, era imposible. Pero su voz era agitada, y tenía fama de ser uno de los más serios del grupo, no jugaría con eso, no con él.
Llegué una hora después de ese llamado. Lo hubiera hecho antes, pero mientras entraba al baño caí al suelo abatida, con el pecho oprimido y las lágrimas agolpadas en mis ojos. No podía creer que aquello fuera cierto y aquel dolor me estaba destruyendo.
Solo tome mi buzo azul y una chaqueta negra, deje la parte superior de mi pijama gris y tome mi pelo en una media cola. No me preocupe mayor mente de mi rostro, las lagrimas se ocupan de mantenerlo tirante producto del secado de algunas que no alcanzaban a desaparecer en mi cuello. El resto del retraso es producto del taxista que probablemente aun adormecido demoro más de lo que yo hubiese querido.
Al llegar al hospital él estaba recostado en el suelo, con su chaqueta entre sus manos, la reconocí de inmediato.
- Sus padres están por llegar.- Dijo.
- ¿Como está...?
- Ven, pediré que te dejen pasar.
Estaba inmóvil, recordé las muchas veces que le pedí que se quedará quieto, que dejará de moverse, y lo mucho que desee en ese momento me recibiera con una sonrisa. Tuve ganas de moverlo, de hacer que despertará, que me viera, que abriera los ojos y me viera, que me escuchara disculparme, que nunca más volvería a reclamar nada, pero que no me dejará con aquella imagen como la última de ambos. Necesitaba decirle que lo amaba....
No pude hacerlo.
Murió cerca de las siete de la mañana y me quede con todas esas palabras en mi garganta, con su chaqueta entre mis manos y la textura aun de su piel sobre la mía.
Su familia paso por mi lado sin poder acercarse a comentar que sentían mi dolor, pues el de ellos era mucho peor. No solo el hombre que amaba había muerto por la imprudencia de un conductor ebrio, también se había ido un hijo, un hermano, un sobrino, un nieto, un amigo, el hombre que no le pude decir que lo amaba.
Siempre pensé que nos volveríamos a ver cualquier tarde de verano por la playa, o en alguna festividad. Que algún día volvería a llamar o que yo lo buscaría, no pensé que quedaría con aquellas ganas de decirle lo mucho que amaba su sonrisa, sus forma de abrazarme y sus besos indiscriminados en mi cuello.
Lo peor, es saber que hagas lo que hagas nunca más estará cerca de ti, es diferente que vaya de viaje, se vaya del País o de la región, pero que nunca más puedas escuchar su voz es algo que me atormenta hasta el día de hoy y no soy capaz de controlar.
De nada sirven las miles de cartas que he escrito, ni las horas, ni noches llorando. Solo quisiera tenerlo en frente mío diez minutos, decirle que lo amo y ya está, no espero que me responda, que me haga saber que es siente lo mismo por mi, ya que estoy segura que en aquel momento que entre a verlo al hospital y susurre que era yo la que estaba junto a él, movió
su mano y sujeto la mía, entre abrió sus ojos y busco los míos. Tal vez fueron solo segundos o simples reflejos pero aquello me basta para saber que en ese momento, ambos nos estábamos diciendo que nos amábamos.

domingo, 4 de mayo de 2014

Bienvenido Mayo.-

Este fines de Abril, fue movido para mi, todo Abril lo fue, de buena manera, de mala, de exagerada manera; pero lo fue.
Me dedique estos primeros días de Mayo a mi, a sentarme a ver televisión un día hábil para el trabajo que tuve la gran suerte de poder descansar, abrigada, sola con mis pensamientos, con la música, con las muchas horas de sueño, terminando con la mejor compañía; No se puede pedir más.
 Pude ir y decidir lo que quería hacer, escoger a alguien, tomar la decisión, acertada o no, pero decisión al fin. Más que mal la vida es así, de deben tomar decisiones y debo hacerlo con gran empeño.

La vida es difícil, las personas son difíciles de entender, de comprender, muchas veces no llego a entender porque las personas actúan así, porque esperan que yo haga ciertas cosas, porque esperan que actué de cierta manera cuando en realidad no lo haré. ¿Qué he hecho para que sientan que actuaré de dicha forma?
Es tan extraño darme cuenta que se creen con el derecho de venir y enfrentarme frente ciertas ocasiones, pero en realidad... ¿Quién tiene ese real derecho?  a mi parecer la lista comienza y termina con mi Madre en mi hogar y con mi Jefe en mi trabajo. Hasta ahora y como van las cosas no creo que exista otra lista.

En fin de cuentas Mayo te espero con  mucha emoción, me gusta Otoño, me gustan los días entre nublados y con los delicados rayos de Sol, me gusta lo creo vendrá, la actitud que estoy tomando, la ayuda sana que estoy solicitando, me gusta la compañía que tengo, me gusta contar con esos lindos recuerdos, me gusta pensar que vienen cosas buenas a mi vida, junto a las malas y difíciles
, pero me gusta ser positiva y pensar que no habrá nada que no me de fuerzas para continuar.