domingo, 11 de enero de 2015

'Casualidad'

Regrese a Santiago profundamente confundida. No solo estaba el hecho de que había compartido besos con Cristobal, sobrino de Marcos, sino que su tío arrepentido de su actitud hizo una petición que descolocó a todos en su casa. Me pidió vivir con  él, con ellos en realidad, en la misma casa con sus hijos, juntos con su sobrino...
Le respondí que lo pensaría que no estaba segura de su propuesta, me mataba pensar en la idea de Cristobal en cada esquina de la casa, viendolo todas las mañanas durante el desayuno, viendolo salir de la ducha. Y la vez me volvía loca la idea de no volver a ver a Marcos. No había conocido a alguna persona que me volviera tan loca y tan poco tiempo como él. Era demasido para mi
Según Catalina debería conocer más a Cristobal y olvidarme de Marcos, claro a ella le aterraba la idea de ver a su mejor con amiga con un hombre mayor, además la idea de conocer a amigos de Marcos le interesaba mucho y debía asumir que a mi también.
Llegando a Santiago no me comunique con ninguno de ellos en dos semanas.
Cristobal me llamo un día Viernes, me citó en un local en Bellavista, acepte sin pensarlo. 
Llevaba el cabello más largo y lucía más bronceado. Llevaba jeans y camisa floreada, lentes espejados y una sonrisa encantadora. 
Beso la comisura de mis labios y se sentó en frente mío esperando alguna reacción de mi parte. pidió para los dos una tabla de verduras salteadas y un par de jugos naturales, comenzó con preguntas triviales para luego dar el gran zarpazo y preguntar por su tío, Marcos. Fui escueta: "No he hablado con él"
-Entonces no aceptarás su propuesta...-- inquirió. 
-No lo sé...
-Yo...estoy confundido con todo esto pero he tomado una decisión.
-¿Cual? -- Me aterraba la idea de escuchar lo decir que comentaría lo acontecido en los días posteriores a ese primer beso aquella noche. 
-Me vendré a Santiago, no puedo seguir viviendo junto a mi tío después de lo que le hice... y bueno, supongo que te preguntas que tienes que ver en esto...es que te ofrezco una relación, conocernos, quizá ser amigos, que me ayudes a aclimatarme acá...no sé, lo que quieras...
Ambos reímos nerviosos. El tomo mis manos y beso el dorso de cada una. 
-Es un poco loco...
-Bastante.... Pero, tienes razón en algo que me dijiste...nos hacemos bien el uno al otro....
-Así es. 




~


Fue facil evadir a Marcos mientras acompaña a Cristobal en la mudanza, en su búsqueda de trabajo fructífera al momento de buscar trabajo en una tienda emergente de diseños en el barrio Lastarrias y así al momento de decirle que no podíamos continuar juntos parecía preparado. 
Teníamos una relación sin nombre pero con reglas y acuerdos, yo apsaba generalmente tres días a la semana en su departamento y mi Madre ya había soltado un par de palabras con él, mis hermanas parecían ilusionadas con la idea de una relación estable con él. Claro, nunca mencionamos a Marcos en todos los relatos de nuestra relación. 
-¡Sorpresa! -- Me había obligado a caminar con los ojos cerrados hasta el estacionamiento del edificio de fachada antigua color musgo de cinco pisos en que vivía para dejarme ver un poco aturdida un auto color verde de dos puertas ante mí. Él se veía radiante, feliz y rozagante. Me encantaba verlo así. Me encantaban muchas cosas de el, me encantaba su sentido del humor, me encantaban sus brazos firmes, sus sonrisas, sus oidos, su cuello perfumado, sus besos en mis pechos, su mirada sensual, su amor... 
Extrañaba a Marcos, extrañaba la seguridad que me daba y extrañaba la sensación de amarlo, de necesitarlo y de desearlo. Cristobal no habla de su tío, de vez en cuando recibía una que otra llamada de su parte, respondía con respeto y no buscaba excusa para continuar la llamada. Comenzábamos a llegar al punto de pensar en como decirle, en como comentarle que estábamos juntos, que prácticamente vivíamos juntos y que esperábamos fuera por mucho tiempo ¿Como se lo tomaría?  ¿Como debería tomárselo cualquier persona una noticia así? ¿Que esperábamos que hiciera, que se pusiera feliz, que nos felicitara, que nos preguntará que tal el sexo? Tenía miedo. 


Nos volvimos a ver en Febrero. La peor fecha. 
Veronica me llevaba en su auto, yo no era capaz de hacer nada más que llorar con mis manos apretadas, con el corazón agitado y con las peores y doloras ideas en mi cabeza. 
Había salido a las siete de la mañana a su lugar de trabajo, un conductor, ebrio se había pasado tres luces rojas y lo había impactado en el costado derecho.  A las ocho de la mañana me habían llamado desde su lugar de trabajo, a las ocho cuarenta y cinco llegué a la clínica. Había tardado veinte minutos en reaccionar. Estaba tan aterrada que no pensé en que volvería a ver a Marcos, a sus hijos, a su familia, solo caminé desesperada hasta el área de urgencias y pregunte por él. Con los ojos rojos y el corazón agitado, recordándolo....esa mañana se había devuelto a besarme en los labios y decir que me amaba. 
 -¿Simona? ...-- Inquirió con duda. 
-Marcos.....
-Srta el Doctor Verdugo vendrá a hablar con usted, le haré entrega de las cosas que traía el paciente con él, por favor tenga paciencia. 
-Simona, ven sentémonos... -- Veronica quiso tomarme del brazo y dirigirme a las sillas, pero no podía estaba paralizada ante la mirada de Marcos. 
-¿Qué haces aquí...? ¿Como supiste?
-Me...me avisaron desde su oficina....
-¿Y por qué...?
-¿Simona Lorca? -- Un caballero de cabello cano menciono mi nombre, tenía ojos cansados, eso me asusto.-- Lo siento mucho, estamos haciendo lo máximo posible para salvar a su novio...pero las expectativas no soy muy altas, hay multiples facturas y ha perdido mucha sangre...hay que estar preparados para todo.Lo siento. -- Acarició mi hombro como si hubiera tomado un ramo en la universidad que le enseñaran hacer aquel gesto. 


Marcos no volvió a preguntarme, siquiera a hablarme, quizá dedujo como paso todo o se invento una historia diferente. Nunca supe, no volví a ver hasta el funeral. Pude hablar con él dos horas antes de su muerte, no dijo mucho más de que me amaba y me veía muy linda. Fueron sus ultimas palabras. 
Marcos solo se detuvo en frente mío, me miro largos minutos y se perdió entre la multitud de familiares, algunos desconocidos para mi. 

Dos años después de esto, comencé a salir con Tomás, no vamos muy rápido, la verdad bastante lento, pero es lo que necesito, él parece sereno en mi paso y no presiona para nada. Siempre me escucha hablar de Cristobal, pero desconoce la historia de Marcos. 
Quisé hablar con Marcos un año después de todo, pero no me atendió, me vio fuera de su oficina pero le pidió a su secretaria que me citará para otro día, agende la cita pero no fui. Nunca más supé de él. 
¿Qué saque de todo esto? Saque que la vida es una sola, que debemos vivir cada experiencia al máximo, sea esta buena o mala, sea satisfactoria o decepcionante. Que el amor no se mide por los años de relación sino que por la intensidad, por el amor, por la entrega, por la complicidad. Con Cristobal tuve una gran complicidad, una gran entrega, un gran amor. Con Marcos, tuve una gran seguridad y pasión. A los dos los ame a mi manera, a mi estilo. Y cada día los extraño.





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