miércoles, 24 de octubre de 2012

Que estemos clavándonos los ojos.-

Comencemos a hablar de ti. Si de ti. ¿Qué puedo decir?  Eres la mezcla entre sonrisa, silencio adecuado, palabras justas y una mirada que me sorprende siempre. Gestos torpes e infantiles que parecen saber perfectamente lo que hacen, dejándome en la incertidumbre si siempre he estado equivocada en el camino a elegir...Solo a veces tengo ganas de decirte que tengo ganas de todo contigo, otras tantas me haces dudar de los pasos que estoy dando. Deja de hacerme sentir en un torbellino, que pronto me asustare de lo que siento y quizás pases a formar parte de las filas de los "Casi fueron" Tengo fe en lo que se forma cuando te miro, te pienso y te quedas rondando en mi cabeza un par de horas después de leer un "Chao"

martes, 23 de octubre de 2012

Cumpleaños feliz para mi?

Y otra vez empezamos con el típico cumpleaños feliz, con los buenos deseos y los regalos. Ya se me esta haciendo habitual que todos mis cumpleaños tienen "algo diferente" Sonora repetitivo pero así lo es.
No espere tener tantas muestras de afecto, tantos gestos lindos y tantas energías enviadas a través de sus mínimos gestos. Estimados debo decirles que hicieron este 23 de Octubre de este nuevo año, un día muy lindo y lleno de buenas vibras, sentí sus abrazos a distancia y sus cariños sinceros. No tengo más que decir que gracias, sentí el abrazo fraterno de aquellos que ya no están, y paso por mi mente el saludo que recibía siempre, hace siete años atrás. Siento cada vez más a las personas de mayor valor caminando a mi lado. Gracias.

miércoles, 17 de octubre de 2012

'Eramos todos felices, ¿Qué paso? '

"Tenía una cabeza de estructura más o menos cúbica, ojos verdes de mirda fija y un pelo a punto de erizarse en púas. Era delgado, sus paseos en bicicleta de los fines de semana y durante el verano lo ayudaban a estar en forma. Se había percatado de que ejercía cierto atractivo sobre las mujeres, sin embargo era virgen y no tenía la tranquilidad de espíritu para animarse a salir con una de las compañeras que se había mostrado amistosas con él"



"Vidas vulnerables" Pablo Simonetti.

lunes, 1 de octubre de 2012

Nos quedamos tu y yo, jugando con el azar y el amor.-

Eran cerca de las 13:00 y ya sabía que todo ese día sería fuera de lo normal. Tal vez era yo pero las personas caminaban por mi lado dejándome aturdida con sus empujones, y descolocada cuando les sonreía agradeciendo su atención. Al parecer, solo yo había tenido un buen comienzo de semana. Solo me hacía falta recordar sus ojos para sonreír, algo estaba haciendo pero era capaz de estar en mis pensamientos...
Aquellos sujetos que tienen como objeto fiscalizar que todos pagaran su pasaje en la locomoción colectiva, lograron que mi viaje se retrasara más de lo que la fila del Metro había logrado. Aun así, continuaba sonriendo recordando sus ojos...Luego, una pareja tuvo la idea de discutir en el pasillo de la micro, ese que rara vez se encuentra vacío, el que es el mínimo espacio que separa el par de asientos. Ese en el que estaba hasta que sus voces se alzaran y casi me empujaron hasta el ultimo asiento disponible. Ya a esa hora, sus ojos se me hacían más lejanos.
Cuando llegué a mi destino, tuve miedo de dejar ir todos nuestros recuerdos, miedo de lo que hacía, de lo que estaba queriendo, miedo de dejar aquellas caricias, besos ocultos, respiraciones agitadas y noches que deseé no acabaran, tan solo en un sobre cerrado cinta adhesiva. Creo que fue justo ahí, cuando sus ojos dejaron de estar en mi mente.
De regreso a la micro la situación fue peor, me pegue al vidrio observando la gente caminar tan rápido, los niños llorar, algunos escolares caminar desganados, los jóvenes de menos de doce años pidiendo monedas en los semáforos con aquella mirada que esperas no ver en un ser tan joven, aquellos mini artistas que realizan malabarismos, quedándose solo con doscientos pesos en el bolsillo, unos cuantos que descontentos con su propia vida lanzan piedras, rompiendo vidrios y logrando que me exaltara y saliera de mi estado de letargo, cubrí mi rostro y volví a recordar sus ojos, esta vez era lejana, pero era un hermoso recuerdo. Era esa vez cuando nos despedimos, cuando acaricio mi cabello de manera brusca-tierna, la que solo el era capaz de hacer, cuando nos mantuvimos en silencio más de cinco minutos, tan solo mirándonos, sin decir nada, sin tocarnos, pero pareciendo devorarnos con la mirada. Deseé ese día que la próxima estación en donde nos detendríamos no fuera en la que tuviera que bajar, deseé que tus manos me empujaran para sujetarme a tu espalda, oh cuanto me gusta tu espalda, deseé que tus manos rodearan mi cintura como esa noche cuando lo hizo por primera vez, de manera torpe e infantil, deseé que no se acara nunca esa mirada tuya sobre la mía, deseé también que no fuera tan cobarde para alejar mi mirada de sobre ti. Tal vez era lo mejor, no sabia bien en que todo terminaría si continuaba observándote de la manera en la que lo estaba haciendo. Me bastaba con un abrazo, con toca la tela de tu poleron, con darte un beso en la mejilla y decirte un "Cuídate" No lo hice...solo deje ese sobre, no hubo un abrazo, no hubo un adiós, no hubo unas miradas devorantes, no hubo un beso en la mejilla con ganas de ser en boca, no hubo un rocé de manos con ocultas ganas de pasión. No hubo una ultima mirada que me alejara de la locura de este mundo, me habías dejado sin recuerdos para sobrevivir en esta selva de la cual no me sentía parte sin tener la esperanza de verte otra vez. ¿Lo haría?