domingo, 16 de julio de 2017

La ayuda.-

Cuando me llamo Angel, lo primero que pensé fue en German, y no estaba equivocada.
- Tienes que ir a su casa.
- ¿A su casa? no puedo, estas loco.
- Lleva horas encerrado en su baño, no quiere salir y solo dice que quiere hablar contigo.
- Debe haber un error, tiene más amigas...
-No hay un error. Por favor, estamos preocupados...el esta...esta...
-En abstinencia...
-¿Lo sabías? ¿Por qué no dijiste nada?
-El me lo pidió Angel, ¿Que podría hacer?
En verdad no me lo dijo, lo supuse cuando empecé a verlo German por el cual había perdido la cabeza años antes, y me asustaba ver como día a día se consumía por las drogas sin poder hacer nada por ayudarlo.
actuar extraño. No era el
Había empezado a consumirla solo los fin de semanas, para empezar a hacer antes de clases.
Fue el ultimo día de nuestros examenes cuando me acerque a pedirle que dejara de consumir, me estaba preocupando mucho por él.
-¡Relajate José! no lo hago siempre y lo tengo totalmente controlado
-¿Sabes a cuantas personas he escuchado decir eso?
-Jose, yo no soy como tu hermano.
No, no lo era. Mi hermano Cristobal tenía veinte años cuando murio en una pelea después de un año internado por su adicción. Lo mataron por querer una dosis más, y esa dosis lo mato.
Me puse de pie después de escuchar eso y comence a caminar en dirección contraria. El se apresuro y me detuvo. Logre ver en frente de mio al German de años atrás, el que conocí en mi primer año de universidad, el que amaba con tanta pasión a pesar de ser alguin prohibido.
-Lo siento, soy un imbécil...lo siento Jose, te prometo que no volveré a hacerlo, en serio si te preocupa tanto lo dejaré...
-¿Promesa?
-Por la garrita José...

Esa noche me había ido a mi casa pensando que estaba mintiendo como lo hacía para que me relajara, no pensaba que dejaría de consumir desde ese mismo día y dos días después lo encontraría en aquel estado. Apoyado a la pared de aquel cuarto de paredes blancas, con la piel palida, los labios secos y a mirada perdida. Cuando me vió se puso de pie y me abrazo, tal acto me llevo a practicamente perder el equilibrio.
-Me tienes que ayudar Jose...siento que me muero.
Costo mucho que su familia aceptara pero lo lleve al centro de rehabilitación donde estuvo mi hermano. No teníamos el mismo dinero que mis padres en ese entonces, pero junto a Angel y un par de compañeros más de universidad logramos que le permitieran quedarse.
La primera indicación del medico fue que estaría cedado al menos una semana, luego lo podríamos ver. No estaba segura de que yo podría volver a verle.

German era sobrino del hombre que golpeo a mi hermano hasta que muriera, y hace pocos años había dejado la cárcel, recién un año después de ser amigos nos enteramos de la verdad. nos tomo mucho tiempo entender que ambos no teníamos relación con lo pasado y en realidad la vida nos estaba dando una señal y volvimos a ser tan unidos, inclusive más. Por ello sabía que su familia no me permitiría verle nuevamente.

-¿Eras la que trajo a German?
-Si, yo...lo siento, se que no debería venir pero bueno, yo quería...
-Ya él me comento la historia tienes que escucharme un momento...
-Doctor, solo espero verlo una vez más antes de que su familia me lo prohiba.
-El te espera, y solo te nombra a cada momento, lo salvaste y te dejaré verlo.

Cuando lo volví a verlo estaba sentado en una diminuta cama blanca, llevaba un traje completamente celeste y se puso de pie con dificultad al notar mi presencia. Me abrazo a paso lento y hablo pausado.
-Te agradeceré por siempre esto José....
-Sabes que no podremos vernos después de esto German, lo sabes...tu familia...
-José, aunque no te vea nunca más, tienes que saber que te agradezco la paciencia José...y te amo.
Luego de años pude besar a German, lo abrace por el cuello y abrace con tranquilidad. Aquella fue la ultima vez que lo vi.