martes, 28 de septiembre de 2010

Tù me haces sentir de color azul.-


Recuerdo nuestro primer beso, cuando bailamos sin música sonando, recuerdo que llore, pero lo que nunca olvidare, es el adiós...
Siempre, cada vez que escucho esa canción recuerdo algo...alguien, un momento, una situación, una etapa y aquel adiós. Pero ahora todo tiene un significado distinto, aquel adiós, aquella canción, aquel tiempo y aquella situación, nada permanece igual por mucho tiempo, aunque quisiese que así fuese, aunque quisiese, desease y necesitase que todo volviera a ser así, que volviera a sentir esa presión en mi pecho de felicidad no de miedo como es ahora, que mis ojos brillasen de amor no de dolor, que mi sonrisa fuese genuina no fingida, que mi alegría se notase no se fingiese, que mi corazón estuviese repleto de fortaleza no de cobardía, que todo en mi pecho continuase igual, en su perfecto orden y funcionamiento, que nada hubiese pasado que me dolió tanto, que nada me hubiese cambiado tanto que aveces no me reconosco, que nada me hubiese empujado a lo que nunca quise, que nada te hubiese alejado como muchas veces llore en sueños...
Ahora, si recuerdo nuestro primer beso, recuerdo cuando bailábamos sin música, cuando llorabamos, pero daría lo que fuese, lo juro por no recordar el adiós...

viernes, 24 de septiembre de 2010

Una mirada tuya es para saber que este sentimiento no ha de terminar.


Quisiera estar sentada, mirando la nada, sintiendo la brisa acariciar mi cara y estremecer mi cuerpo, respirando sin apuro, sintiendo, llorando y riendo sin importarme quien me vea.
Y cuando levante la vista, recuerde todo lo que esta sucediendo, como siempre enredo las cosas llegando a un nivel de que ni yo entienda que sucedió, lamentandome por mis actitudes que siempre me terminan hundiendo más de lo que dicha situación emérita.
Tengo un cierto don de enrededarme y confundirme, de hacer que las situaciones más simples se me escapen de las manos, que las personan se terminen enojando con mis actitudes, que me terminen odiando por no comprenderme, aun sabiendo que yo misma estoy en ese intento.
Estuve tanto tiempo pidiendo volver a sentir aquel sentimiento otra vez, pero ahora que lo siento, quisiera que no hubiese sucedido, me hace todo más difícil, me hace ser tan suceptible y estúpidamente infantil, estúpidamente incapaz de darme cuenta de lo errores, estúpidamente ilusa y estúpidamente hiriente, aveces con quien más me importa.
Sacando conclusiones, debo pensar diez veces antes de hacer algo, intentando no cometer tantos errores. Aun así, esta sensación tan sumamente extraña, esta necesidad de saber, de estar, de sentir, de estar cerca, de ser presencial de todo, de saber que no habrá nadie como aquella persona, de saber que no hay anda mejor que entregar, de saber que las emociones se están acumulando en mi pecho, que los mejores poemas en mi corazón, que las más maravillosas cosas en mi imaginación, los más dulces besos en mis labios, el más extraño amor en este ser tan alocadamente confundido y atemorizado.
Pero esta el otro lado, aquel lado donde cualquier pequeño detalle es tan inmesamente hermoso, donde la mínima cosa te puede destruir el día y dejarte llorando toda la tarde en la cama y con un pequeño detalle nada te quita la sonrisa del rostro.
Aun, a pesar de los años me pregunto que es esta extraña situación, ¿Es buena? ¿Me dejo llevar por esto o aun estoy a tiempo de huir, como suelo hacerlo? Lamentablemente nadie me puede ayudar mucho.


miércoles, 8 de septiembre de 2010

Tiene los ojos buenos y una figura pesada.



Para que crezca el amor hay que alimentarlo todos los días sin falta. Es que si te pones a pensar, el amor es un ser vivo que respira, que cambia, que evoluciona y que crece.
Descuidarlo es como dejar que muera lentamente como una persona que deja de comer y pierde la ilusión de vivir. Eso es el amor "Ilusión de vivir" una flor tiene ilusión de vivir porque cada mañana espera el sol que la ilumina y la lluvia para crecer.
Creo que, como las flores todos necesitamos del sol y la lluvia. El sol, una cosa o una persona que nos ilumine. La lluvia, los momentos en que las lágrimas nos hacen crecer.
El amor, es una razón para despertar. Es una alegría por la de vivir.

sábado, 4 de septiembre de 2010

Canciones de cuna que ayudan a que este dolor desaparezca-.


Siento, que camine muchos kilómetros y me encontré de pronto parada en medio de la calle, con la lluvia callendo sobre mis hombros, con el corazón oprimido y la respiración agitada.
Empuño mis manos mientras cierro los ojos e intento recordar como fue que entre a aquel juego de miedo y egos, que me dejo así; empapada y con el corazón oprimido. Cuanto odiaba aquella sensación, la sensación de haber perdido algo sumado a le haber dejado escapar algo, una sensación que no se la recomendaría a nadie. Algo que hubiera podido evitar.
Vuelvo a mirar a mi alrededor y me doy cuenta de tanto que hice mal, más de aquel día, un tiempo atrás. Era tan fácil percivir lo que pasaría en aquel camino que me siento mal por no haber detenido antes lo que estaba sucediendo, que era peor que la tormenta que me empapaba.
Cuando al fin deje de empuñar mis manos permito que la lluvia moje las palmas de ellas, suspiro resignada y quiero volver a retomar mi camino, pero no recuerdo de donde vine ni a donde voy, desesperada corro y corro esperando encontrar algo conocido, pero no hay más que oscuridad, acompañado de aquel característico ahora a humedad y lluvia y más lluvia a mi alrededor. Saco de mi chaqueta mi celular y veo las llamadas perdidas que tenia, ninguna era realmente la que quería. Eran las 02:30 a.m. Ya no podía regresar sobre mis propios pasos, era la hora de caminar hacia el frente.
el frió comenzaba a calar en mis huesos y el miedo se incrementaba, caminaba y caminaba y no llegaba a lugar alguno, quizás era porque no sabia hacia donde en realidad quería ir, tan solo quería justificar la opresión en mi corazón con el cansancio que me causaba caminar sin rumbo fijo. No había nada peor que no saber que es lo que en realidad se quiere, ni saber como se puede lograr.
Cuando me di por vencida me senté, exactamente en el mismo lugar donde me había encontrada parada minutos antes respirando agitada, mirando a todos lados y con esa odiosa sensación. Cruze mis piernas y comencé a llorar, de pronto recordaba todo, cuanto fue lo que había caminado y tenia la sospecha de donde me encontraba; era un deplorable final para una historia con futuro, que justamente por mi actitud había terminado así, varada en medio de una tormenta, tanto personal como del ambiente.
En ese momento, aquella tan odiada sensación se disperso, ya no tenia más lágrimas que llorar y el medio no podía ser peor. Grite tan fuerte como pude y corrí, no recordé haber corrido tanto antes en mi vida, pero debía hacerlo, no quería permanecer ahí, todo me recordaba a mis errores, el olor a tierra mojada, las gotas caer sobre el pavimento, mis ojos llorosos, mis manos empuñadas y mis ropas mojadas, todo me hacia sentir peor de lo que se podía sentir alguien en el mundo, alguien, quizás con tantas posibilidades en sus manos, alguien que se dio cuenta a tiempo del abismo que se venia pero que prefirió obviar mirando lo tentador que se veía seguir adelante.
Cuando mis pies agotados se detuvieron ya no llovía con tantas fuerzas, y el cansancio me era más fuerte, volví a tomar asiento y esta vez sin ganas de gritar ni llorar, espere que el sol volviera a salir y las esperanza a florecer. Quizás no hice todo tan mal y alguien me apoyara, pensé recordando a aquellos que prometieron siempre estar, intente abrigarme con mi chaqueta y esperar que pronto los rayos del sol la secaran...

























~Por cierto, Grande Isabel Allende, por fin obtuvo su primer premio nacional de Literatura.-