viernes, 30 de abril de 2010

Dont speak


Había una vez una niña, aunque ya no era tan niña, ella creía aun serlo. Miraba el mundo de una manera dulce e irreal, pensando que todos al igual que ella iban por la vida viviendo de la misma manera que ella, que los Viernes luego de estudiar iban a ayudar a su abuela para la típica cena familiar y que cada noche, soñaban con la llegada del añorado príncipe azul.

Aquella niña, despertó de aquel sueño interminable de la peor manera.

Conoció a amigos como se hacían llamar, personas diferentes a ella, con diferentes motivaciones para buscar su amistad, con diferentes patrones de vida y con sentimientos muy lejanos de los que ella sentía.

Tardaron poco en llenarla de novedad y empujarla a seguirlos en sus pasos.

Paso una noche fuera, luego otra y otra, logrando pasar casi un mes sin estar en su casa los fines de semana, aquellos fines de semanas que poco recordaba el día Lunes, por el exceso de alcohol, pero siempre rehusándose a consumir drogas.

Un día, para celebrar el cumpleaños de uno de sus amigos le pidieron que fumara; No te hará nada malo, le dijo uno, uno que no era cualquiera para ella, era aquel que había reemplazado al príncipe azul de cabello castaño que siempre montaba un caballo blanco, era el jovencito de sonrisa inocente y facilidad para sociabilizar, era el jovencito que robaba sus suspiros.

Le hizo, aquella noche, aquella niña dejaba atrás todas sus promesas y seguía los pasos de quien creía asistiría un día con ella a la cena familia de los días Viernes en la casa de su abuela.

Al llegar a clases el día Lunes se fue enterando de lo que había sucedido, aquel, el dueño de sus sueños se encontraba lejano, poco le hablaba y aquello mas que la incertidumbre de saber lo ocurrido la llenaba de miedo; algo andaba mal.

Al momento del receso una de sus amigas le comento lo ocurrido.

Ambos, habían llegado mas haya de los besos y solo quedaba un paso que dar, aquello la lleno de miedo, pero no tuvo otra alternativa, debía seguir los consejos de aquella única amiga que no se había burlado de lo ocurrido, sino que quería ayudarla.

Dos semanas después, se entero que esperaba un hijo...y sin saber que hacer recurrió a quien, según los comentarios era el padre. El, como poco se esperaba ella, reacciono agresivo y altanero, señalándole que existían pocas pruebas de que el fuera el padre. Esa fue la peor daga que pudo recibir. Salio corriendo del salón, y no paro de hacerlo hasta estar en frente de una clínica clandestina, había recibido de la misma amiga aquel dato, quien en afán de ayudarla le dio a conocer el camino más corto y drástico.

Temblorosa ingreso, se registro en la recepción y espero que la llamara. Después de ese día, ella ya no fue la misma, ya no era la niña llena de sueños, se había convertido en una mujer envuelta de una nefasta novedad, su vida había cambiado y acababa de dejar en un recipiente clínico la oportunidad de conocer al ser mas hermoso, y de sentir la sensación mas maravillosa que existe.-



jueves, 22 de abril de 2010

¿Porque nos besamos?



Esa “acción y efecto” de juntar los labios con los de la persona amada.
El origen de los besos en originaron en la Prehistoria, cuando las madres traspasaban la comida masticada desde su boca a la de sus bebés.
Mas adelante los besos se convirtieron en la prueba utilizada por los romanos para saber si sus mujeres habían bebido en su ausencia.
Bueno como haya sido el comienzo lo importante es que existen.
El beso “estimula la parte del cerebro que libera endorfinas en el torrente sanguíneo creando una sensación de bienestar”,
los besos que aportan más beneficios para la salud no son aquellos en los que sólo se juntan los labios, sin mucha pasión o emoción. Mientras más “excitantes” y apasionados sean los besos, “más adrenalina es liberada en la sangre”, y mayores son los beneficios para la salud.
Un beso cargado de pasión quema 6,4 calorías por minuto, en comparación con las 11,2 que se eliminan en una faja para caminar o trotar.
Quienes besan a su pareja antes de partir al trabajo registran menos ausentismo laboral por enfermedades, sufren menos accidentes de tránsito y viven en promedio cinco años más que quienes no besan.


Eso lo vi en una pagina y pensé, quizás si sea bueno...extraño pero bueno, además ya estamos acostumbrados a hacer aquello de : Besar a quienes amamos y según mi experiencia darle un beso a la persona por la cual sientes algo es, increíble. No importa si es un casto beso en la mejilla, para mi, ahora es algo inexplicablemente hermoso.

jueves, 8 de abril de 2010

Es en lo que pienso mientras el profesor revisa la prueba de Anatomía.-


¿Te cuento algo? Las cosas han cambiado mucho por aquí. Continuo pagando las cuentas en los mismos lugares, tengo aun la manía de ofrecerle mi ayuda a los ancianos, de ver películas en invierno, pasear asombrada siempre por la feria artesanal, morir de frió a media noche, suspirar y quedarme en silencio frente los reproches. No se si he cambiado físicamente, hace años que tu no me ves, puedes tener más propiedad para decifrar aquello. Algunas cosas si han cambiado, algunas son gracias a ti; temo enamorarme otra vez, temo que alguien cometa los mismos errores que yo cometí contigo, temo cuando transcurre mucho tiempo en el que me siento feliz.
Ahora ya no tengo miedo a reírme porque sintieras celos, ahora solo dejo de hacerlo cuando me cohibo, pero ya no tengo miedo a coquetear, ni bajo la mirada cuando preguntan ¿Donde están las mujeres solteras? Ahora soy más segura, me valoro y respeto lo que es dar y entregar por completo. Aunque, cada vez que siento que estoy dando más de lo debido me atemorizo, con el tiempo lo he logrado superar. Me demostraste que hay ciertos errores que nos hacen sufrir mucho pero me demostraste lo hermoso que es ser amado. Estoy segura que deberé encontrar alguien que sea muy distinto a ti, que no se reía de todo lo que diga, que le guste mi cabello trenzado, ya no lo llevo en media cola como solía gustarte, que me sepa cobijar como tu nunca lo supiste hacer.
Se que las comparaciones son odiosas, pero soy buena en ellas.

Con cariño yo.-

lunes, 5 de abril de 2010


¡Ay de mi! ¡ay de mi!
Algo me dice que la vida. No es más que una quimera.
Una ilusión, un sueño sin orillas.

Una pequeña nube pasajera.


Nicanor Parra.-