sábado, 29 de junio de 2013

Para brindar.-

Se tiene de diferentes tipos de amigos, de esos amigos con los cuales necesitas hablar siempre, los de los consejos más sabios, de aquellos que te escuchan sin quejarse jamás y de esos que solo aparecen para las fiestas, viernes o sábados, para cuando están solteros o hasta en fin de mes.
El otro grupo es de aquellos de los que conociste en tu época de niñez, los compañeros de colegio, de liceo o los de institutos, con los cuales pasaste horas estudiando, los que fueron el apoyo cuando alguna prueba no resulto bien y lo que conocen a TODOS, todos, para bien o para mal, los que pertenecen a tu lista amorosa y se encargan de recordartelo cada vez que te quieres pasar de lista y sacas a más de uno de aquella lista para fingir que nunca paso, culpando a la cerveza, la música o la poca luz. Para eso están los que sobrevivieron a los doce años de enseñanza, los cambios de humor, peinado, de peso y estilos.
Más allá de todas las fiestas y consejos, los amigos los recuerdo más, cuando están en mis peores momentos, cuando me ven llorar, me escuchan hablar una y otra vez de un/a ex y son capaces de soportar las semanas emo. Esos son amigos y espero que estén ahí cuando mi vida tome otro rumbo y lleve a acabo la fiesta que tanto espero dar en mi nuevo/futuro hogar.