"Se debe dar tres minutos al día a preguntarse que es lo que se quiere para el mundo"
Eso de pararse tres minutos en frente del espejo, sentarse en la cama, cruzar los pies si se quiere y ponerse a pensar lo que en realidad necesitas o quieres para la vida. Quizás para los que están en pareja, se puede llegar a saber cuanto más necesitas que esa persona se dedique a darte cariño, a que tenga detalles, que te de un pequeño regalo, que te de un beso o te diga te amo sin razón. Pero ¿Para los que estamos solteros/as?
Quisiera decir que quiero alguien de un metro ochenta, de cabello claro, ojos profundos, intelectual, de buena lectura, ideales movilizadores y variados temas de conversación. Pero no es así, necesito a alguien que sea capaz de apoyar, de entender, de escuchar y hablar sin motivo, de tener la mente amplia y comprender cada parte de la vida, que conozca a mis amigos y sepa verlos con el corazón, que vea a mi familia y le de el gran valor que tiene, que se siente a tomar un vino con mi papá y conversar de política y religión con mi hermano y por sobre todo, que sepa comprender mi gran amor por mi madre.
Asumo, me han dicho un par de veces que sera muy difícil que ella, mi gran apoyo, crea que alguien es lo suficientemente bueno/a para mi, pero con los años se ha ido curando a comprender, que debe aceptar a todo tipo de personaje que me haga tener aquella sonrisa irracional que tengo cuando el corazón se me acelera y la cordura se me va para darle paso a la pasión. Quisiera tener una cartilla para decirle a mi mamá que se que es lo que me hace feliz. Pero aun me pregunto porqué llegue a sentirme de tal manera ilusionada por aquellos que aun no me llego a explicar que paso o hasta aquellos que niego cuando se hace un recuento de romances.
Quiero o necesito, ser feliz ¿Qué me hace feliz ahora? Un buen libro, una buena conversación, un buen cigarro, un buen beso, un abrazo, un rico perfume, una sonrisa genuina, mi mamá sonriendo, mi hermano feliz, mis perros, una buena película, un apretón de manos y esa aceleración de corazón cuando voy caminando emocionada hasta una salida, puede ser donde sea, en el metro, en el forestal, en el santa lucía o a dos horas de mi casa. Me hace feliz recordar los besos del pasado, las fiestas del verano, los chistes de mis compañeros de curso, las texturas sobre mi piel, las miradas coquetas y la sensación de saber que se esta haciendo algo mal. No puedo evitar dejar de sentirme extasiada frente lo prohibido, típico.-
Por sobre todo me hace feliz saber que muchas cosas están por venir, saber que vendrá aquel personaje quizás nunca descrito, saber que alguien me volverá a sentir amor, un amor diferentes, todos lo son, pero que algo maravillo vendrá. Eso me hace feliz, además de la Rosadita, personaje diminuto que tuve el placer de tener cerca ver cada día crecer. Pequeño ser maravillo que día a día me sorprende, eso me hace feliz: La sorpresa.-
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