6 de Julio

Tarde paseando junto a mi padre y hermano, sin querer termine parada frente la tumba de Violeta Parra - 4 Octubre 1917, 5 Febrero 1967 - una lastima no haber estado en la misma época para admirarte y demostrarte ello, miles de pensamientos rondan mi cabeza al caminar por estos pasillos. Solo cemento quedan de aquellos seres queridos, quizás cenizas son los únicas que las llenan, quizás solo recuerdos. Cuanto quisiera ser algún día una artista como tu, tus obras hasta el día de hoy son las mejores, tu legado lo es. Aunque sea raro pasear por el cementerio, sirve para tratar de saber un poco mas de la vida de aquellos que ya no están, trato de entender el dolor de la ausencia, de comprender a los que ya no están entre nosotros, lo que es la muerte. Estar aquí la tarde me hace pensar que tan sensibles somos frente las adversidad de la vida, que tan frágiles somos que admiramos a una gran artista cuando ya la perdimos, es admirable estar aquí, sentir solo los mormullos de las hojas crujir producto del viento, sentir los cálidos rayos del sol que entibian el ambiente y trato de sentir cercano aquel que ya esta muerto.

Un ojo dejé en lagos
por un descuido casual,
el otro quedó en Parral
en un boliche de tragos,
recuerdo que mucho estrago
de niña vio el alma mía,
miserias y alevosías
anudan mis pensamientos,
entre las aguas y el viento
me pierdo en la lejanía.

Mi brazo derecho en Buín
quedó, señores oyentes,
el otro en San Vicente
quedó, no sé con qué fin;
mi pecho en Curacautín
lo veo en un jardincillo,
mis manos en Maitencillo
saludan en Pelequén,
mi falda en Perilauquén
recoge unos pececillos.

Se m'enredó en San Rosendo
un pie el cruzar una esquina,
el otro en la Quiriquina
se me hunde mares adentro,
mi corazón descontento
latió con pena en Temuco
y me ha llorado en Calchuco,
de frío por una escarcha,
voy y enderezo mi marcha
a la cuesta 'e Chacabuco.

Mis nervios dejo en Granero,
la sangr'en San Sebastián,
y en la ciudad de Chillán
la calma me bajó a cero,
mi riñonada en Cabrero
destruye una caminata
y en una calle de Itata
se me rompió el estrumento,
y endilgo pa Nacimiento
una mañana de plata.

Desembarcando en Riñihue
se vio a la Violeta Parra,
sin cuerdas en la guitarra,
sin hojas en el colihue;
una banda de chirigües
le vino a dar un concierto;
con su hermanito Roberto
y Cochepe forman un trío
que cant'al orilla del río
y en el vaivén de los puertos.
Violeta Parra.