domingo, 7 de noviembre de 2010

Inocente, que no sabe que va a sufrir.-


Anhelo tu amor eternamente, me ilusionaste, me destrozaste esta vez.


Querer escribir al revés o ocultar más bien lo que se quiere puede resultar, hasta que los caprichos se te comvierten en enfermedad. Te enfermas tanto que puedes terminar llorando sin siquiera saber porque, quizás, hasta más allá de escribir al revés es no sentir ni entender, ocultarnos hasta nuestros propios ojos lo que estamos viendo, con tal claridad que nos quema, con tanta consistencias que nos hace llorar, con tanta realidad que nos agobia. Así, así es una enfermedad hoy. Una patología que sobrepasa las indicaciones que nos da la anatomía, sobrepasa el efecto de los medicamentos, vas más allá de cualquier cosa que nos puedan aconsejar, o si eres del tipo de personas que les gusta escribir al revés...puede que te tengan que graficar lo que esta pasando, hacerte escarmentar, caer, subir y volver a caer para que veas lo que los demás quieres que veas.

Cuando caes y subes te das cuenta que a tu lado existen personas tendiendo sus manos para apoyarte, están otras que están dispuestas a eliminar el foco de tu preocupación y están otras que sin necesidad de preguntar saben lo que te pasa y están ahí para apoyarte, es lamentable que tengan que pasar esas cosas para ver a aquellos que pueden siempre estar, pero existen personas, que pueden escribir al revés o ocultarle a sus ojos los que pasa, que necesitan de aquello para verlos.


Yo me muero o me matas.


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